lunes, 23 de noviembre de 2009

Graffiti Research Lab

El graffiti tradicionalmente ha venido a ser el resultado de pintar en paredes urbanas, letreros, señales de tráfico, etc y normalmente presentando mensajes de contenido político o social o en muchas ocasiones tan solo "tags": firmas de los grafifteros en las cuales permanece el estilo de cada uno. 



De esta manera en las últimas décadas se ha ido conformando lo que para unos ha sido un estilo más dentro del arte (en este caso arte urbano) y para otros un estorbo urbanístico como basura contaminante de la ciudad o algo vandálico. Así pues el mundo del graffiti se ha visto siempre representado por la clandestinidad aunque con el tiempo se ofrecieran espacios (muros) para que los graffiteros pudieran llevar a cabo libremente sus actos. 



Una nueva iniciativa para poder realizar graffitis sin generar "contaminación urbana" sería la que proponen Evan Roth y James Powderly desde su “Graffiti Research Lab” (GRL) uno de los grandes emergentes en el new media. Desde el GRL se pretende dar a artistas callejeros y del graffiti una serie de herramientas tecnológicas baratas para la comunicación urbana pudiendo “alterar y reclamar el espacio que ha sido tomado por la cultura corporativa y publicitaria”. De esta manera los creadores del GRL se han paseado por diversas calles del mundo ofreciendo workshops e intervenciones en edificios donde el público podía formar parte de este proyecto. 





Herramientas del GRL




Una de las herramientas favoritas del GRL y de las más usadas es el LED throwies que consiste en pequeños puntos de luz utilizados para generar imágenes o tipografías pixeladas destinadas a ocupar un espacio urbano durante un tiempo. Estos throwies son fabricados por el propio GRL el cual ha mostrado en sus workshops y en Internet como fabricarlos para que su público pueda tomar la iniciativa de crearlos y usarlos. Los throwies se crean a partir de una pila de litio y un imán de manera que pueden ser lanzados sobre superficies metálicas donde se adhieren y generan un espectáculo de luces sobre monumentos u otros elementos de las ciudades mostrando además algún mensaje. Otra manera de adherirlos cuando no se encuentra una superficie metálica es usando un tipo de pintura ferromagnética que puede ser empleada en las paredes y así poder enganchar estos throwies.





Pero la herramienta estrella del GRL es el láser. Mediante un puntero láser, un proyector y un software de análisis el GRL se ha dedicado a proyectar graffitis en las paredes de varios edificios y monumentos creando una forma de pintar las paredes de manera no permanente al contrario de lo que es el graffiti tradicional. Con este sistema una vez se apaga el ordenador y el proyector el graffiti desaparece y la pared vuelve a estar “limpia”.







Así los creadores de esta iniciativa han fabricado un tipo de bicicleta la cual sirve para desplazar por las ciudades el material necesario para llevar a cabo estos graffitis con láser. 

El GRL pasó por Barcelona durante el 2007 para el OFFF (internacional festival for the post-digital creation culture) celebrado en el CCCB donde impartió un workshop destinado a dar a conocer al público congregado las técnicas de protesta y comunicación que ellos emplean. Además invadió con su láser paredes como la del MACBA, El Corte Inglés o el Starbucks del edificio del Triangle. Desgraciadamente fueron capturados por la Guardia Urbana y los Mossos de Escuadra que intervinieron para cortar todos sus actos y multar a los responsables.




A pesar de que la propuesta del GRL nos puede parecer toda una innovación la realidad es que en estos últimos años el mundo del graffiti ha ido ligado en muchos aspectos al arte digital. Desde hace ya algún tiempo han surgido algunos websites que funcionarían como muro, donde cada usuario puede hacer su propio graffiti y exponerlo ante la red conformando una galería cibernética hecha por todos. Un ejemplo de ello sería Graffiti Playdo que funciona parecido a lo que son las salas de Chat de manera que cada usuario que accede a esta web puede elegir la sala donde deseé pintar y empezar a elaborar sus propios graffiti solo o acompañado de más usuarios encontrando de esta manera verdaderas obras de arte:

gr

Photobucket

También han surgido algunas aplicaciones para redes sociales donde el usuario que posea una cuenta en estas redes puede acceder a dichas aplicaciones para postear sus propios graffitis y mostrarlos ante el resto de usuarios. Una de estas aplicaciones y de las que mejor funciona es el Twitdraw (aplicación de Twitter) aunque también existe la misma posibilidad en Facebook bajo el nombre de Graffiti.

Como vemos el graffiti sigue presente en nuestra sociedad adaptándose a las nuevas oportunidades que ofrecen los nuevos medios aunque quizá en algunos aspectos perdiendo esa parte de clandestinidad que caracterizaba al graffiti típico de calle. Por una parte todos podemos tener acceso a mostrar nuestros graffitis a los demás aunque la forma en que nos lo facilita Internet pierde ese aire que tiene el graffiti oculto en los muros de las ciudades y que permanece allí hasta que es remplazado por otro o derrumbada esa pared.
Por otra parte iniciativas como la del GRL conservan esa parte de clandestinidad otorgándole cierta magia al mundo del graffiti urbano a través de los medios que utilizan que llegan a parecer espectaculares a los ojos de sus contempladores.



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